En mi último viaje a Madrid, tuve la oportunidad de hacer un poco de senderismo por la sierra madrileña. Creo que fue hacerla porque no teníamos nada más que hacer y no calculamos que con época de frío, el suelo estaría resbaladizo. Habiendo dicho eso, fue una pasada, entre los pinos, el frescor, sorprendió ver que la fueras de una ciudad de cemento existe semejante belleza, o eso, o lo ignorante que era.
Empezamos por el pueblo de manzanares subiendo la pedriza y dando una mini vuelta. Cuando buscas en Google salen varios parkings de La Pedriza, nosotros aparcamos en el que se ve abajo. Desde aquí el recorrido es más corto a la cima.
Este Parking de La Pedriza es bastante pequeño, seguro que hay épocas y horarios en el que se llena. De hecho la foto es de cuando bajamos sobre la 1, al subir no había nadie.
La Ruta GPS, El Corazón de La Pedriza
Al principio todo era bosque, parecía que iban a ser Pinos y frío sin vistas ni más. Siendo de canarias, me recordaba a la misma experiencia en las Islas, lo que con mucho más frío.
Poco a poco se veía como a medida que subíamos, la cosa se congelaba.
Este terreno, estaba bastante resbaladizo, y sobre todo con unas zapatillas deportivas, porque no iba preparado y no sabía que íbamos a subir a hielo!. Lentamente, con miedo a resbalar, llegamos al corazón donde nos sentamos a relajar y disfrutas de las vistas mientras el sol calentaba algo.
Si vas bien temprano por la mañana, la sensación del sol pegando cuando subes con tanto frío es incomparable. Lo mejor de todo es que después del recorrido, bajas con hambre y es la hora de comer. También es bueno para encontrar parking, subimos sobre las 9, fue raro no ver a casi nadie. En fin, una ruta pequeña, fácil y eso si, si van en época de frío, recomiendo llevar buen abrigo y zapatos que no resbalen.
A la vuelta, ya con energía quemada y con el frío, fuimos a un restaurante cercano que sirve carne y la preparas como te guste, las mesas y el restaurante en general tenía pinta de granja, y de allí su nombre, Restaurante La Vaquería, una auténtica experiencia para acabar el mañana.
Que bonito