Acción desinteresada
– “Lo que más me deprime es la absoluta vulgaridad de mi existencia. Jamás en la vida he hecho nada tan importante como para merecer la atención del mundo”.
– “Te equivocas si piensas que es la atención del mundo lo que hace que una acción sea importante”, dijo el Maestro.
Siguió una larga pausa.
– “Bueno, pero es que tampoco he hecho nada que haya influido en alguien, ni para bien ni para mal…”
– “Te equivocas si piensas que es el influir en los demás lo que hace que una acción sea importante”, volvió a decir el Maestro.
– “Pero, entonces, ¿qué es lo que hace que una acción sea importante?”
– “El realizarla por sí misma y poniendo en ello todo el propio ser. Entonces resulta ser una acción desinteresada, semejante a la actividad de Dios”.
Anthony de Mello.
“Un minuto para el absurdo”
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Nota Personal -> Me gustaría añadir, que cuando hablo de Dios, no hablo de otro ser supremo, sino uno mismo. Para mi todos los dioses son personalidades que han sido desarrolladas a lo largo del tiempo. Como desde el principio los ojos nos han negado la visión clara, y como esta en nuestra naturaleza el aprender de lo que se ve, se creo un Dios como persona ajena para facilitar el seguimiento y desarrollo de esas cualidades dentro nuestra.