Me encanta conducir por la mañana, el aire frío y fresco. Sobre todo desde el
sur que a medida que vas subiendo hacia el norte, pasas los túneles, descubres el sol calentito de la madrugada.
Claro que también influye que ni hay conductores lentos, la autopista esta vacía y lo único que se pueden ver son esos aparcados a un lado sacando fotos a las matrículas que sobrepasan la velocidad límite y guardias civiles sobre sus motos.