Realbotix – Muñecas sexuales que responden

Matt McMullen ha demostrado que algunas personas están dispuestas a gastar miles de dólares en muñecas sexuales.

Sr. McMullen, el creador de la RealDoll, dice que ha vendido más de 5.000 muñecas de tamaño natural personalizables desde 1996, con precios desde los $5.000 a $10.000. Sus clientes pueden decidir sobre el tipo de cuerpo y piel, color de pelo y de los ojos, incluso, hasta hace unos días un artesano fue incluso capaz de suministrar una muñeca con los dedos del pie personalizados a medida.

El nuevo proyecto llamado Realbotix, es un intento de animar a la muñeca y para ello se han reunido un equipo pequeño que incluye ingenieros que han trabajado para Hanson Robotics, un laboratorio de robótica que produce robots humanoides sorprendentemente realistas.

Primero se centran en el desarrollo de una inteligencia artificial convincente, y una cabeza robótica que puede parpadear y abrir/cerrar la boca. También están trabajando para integrar otras tecnologías emergentes, como una aplicación móvil que actúa como un asistente virtual y compañero, unas gafas de realidad virtual que se puede utilizar por separado o en conjunto con la muñeca física.

Uno de los retos que tendrán que lidiar con es el denominado valle misterioso. Es un concepto escrito en 1970 por un investigador japonés, que dice que las respuestas de las personas hacia los robots cambian bruscamente de la empatía a la repulsión cuanto más se parecen a los seres humanos. En otras palabras, algo robótico que se ve con vida, pero no es del todo convincente, le dará asco a la gente.

En un artículo, el investigador, Masahiro Mori, entonces profesor de robótica en el Instituto de Tecnología de Tokio, comparó la experiencia de encontrarse con una prótesis.

«Podríamos estar sorprendidos durante un apretón de manos por su agarre sin hueso junto con su textura y frialdad», escribió. Cuando eso sucede, según el Sr. Mori «, perdemos nuestro sentido de afinidad, y la mano se convierte en algo extraño.»

Con Realbotix, se está tratando de evitar esa sensación de extrañez mediante la creación de productos que todavía se parecen a las muñecas y no, como él dice, copias de las personas.

Una cabeza con la tecnología de Realbotix se puede unir al cuerpo RealDoll existente y tendrá un costo de alrededor de $10.000, y estará disponible en el mercado en dos años. El cuerpo completo, que se desarrollara consecutivamente, costara muy probablemente entre los $ 30.000 a $ 60.000.

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