Las Palmas de Gran Canaria se prepara para vivir mañana viernes, 23 de junio, la noche más mágica del año, en la que los tradicionales fuegos artificiales y la música marcarán el programa de la Noche de San Juan.
El origen de esta tradición es pagana -y mucho más antiguo que su celebración cristiana- y se basaba en la conmemoración de la llegada del día más largo del año, con el solsticio de verano en el hemisferio norte, con un gran arraigo en países como España, Portugal, Noruega, Suecia, Finlandia o Dinamarca.
Para conmemorar el día más largo del año, lo tradicional era encender hogueras para purificar el Sol y darle fuerza ya que a partir de ese día, todos los días irían haciéndose más cortos (o más débiles) hasta llegar al siguiente solsticio, el solsticio de invierno con la llegada de la noche más corta del año.
Pasar por encima de las hogueras que se encienden esta noche o meterse en el mar y saltar olas, son sólo algunas de esas leyendas que permiten, según se dice, que se cumplan algunos de los deseos que pedimos durante esta noche tan llena de magia. Para ello, en toda Canarias, miles de personas se citarán en las playas y azoteas para cumplir con la tradición.
Este ano el Cabildo de Gran Canaria ha prohibido las hogueras, que son tradición en la noche de San Juan, y las quemas agrícolas en prevención de incendios forestales ante el aviso amarillo emitido por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en la isla por altas temperaturas.
En Las Palmas de Gran Canaria, la quema de 241 kilos de pólvora -49 más que el año pasado- en la plaza de La Puntilla podrá esta medianoche el broche a una cita festiva que se espera congregue a más de 100.000 personas en la playa de Las Canteras con la intención que dar la bienvenida al recién estrenado verano y conmemorar el 539 aniversario de la fundación de Las Palmas de Gran Canaria.
I love canarias
Oye que yo estuve allí y no estaba tan mal la cosa – habían familias más que nada. Seguro que debído a la prohibición de hogueras
Las fiestas ahora son botellon y falta de ropa en las «mujeres» y falta de educación en los «hombres»