Una gran cantidad de fenómenos astronómicos jalonarán el recién comenzado año 2019 visibles desde Canarias y el resto del territorio nacional, entre ellos un eclipse total de Luna que se producirá el 21 de enero y otro parcial del mismo satélite el 16 de julio.
El astrofísico del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife Oswaldo González publica en la web de Museos de la isla la relación de efemérides astronómicas del año, del que afirma que aunque no se observará ningún eclipse de Sol, presenta «una gran cantidad de fantásticos fenómenos astronómicos».
Entre ellos dos eclipses de luna, un tránsito del planeta Mercurio por delante del disco solar, varias lluvias de estrellas fugaces que coinciden con Luna nueva «y bonitas conjunciones y alineamientos de planetas visibles a simple vista».
En concreto de los cinco eclipses que se producirán este año dos serán visibles desde Canarias y ambos serán de Luna, indica el astrofísico, que precisa que en el del día 21 la totalidad durará poco más de una hora y en cuanto al parcial del 16 de julio, podrá ser observado desde el archipiélago desde la puesta de Sol, a las 20:05 horas UT.
Desde Canarias se podrá también disfrutar al completo del tránsito del planeta Mercurio por delante del disco solar, evento que ocurrirá entre las 12:35-18:04 UT del 11 de noviembre.
Con telescopios y filtro solares adecuados para la observación del Sol se podrá visualizar cómo «el pequeño disco oscuro de Mercurio» irá atravesando durante unas 5 horas y media desde un borde hasta el otro del Sol y el final del tránsito coincidirá con la puesta de Sol en el archipiélago.
Oswaldo González añade que para 2019 habrá algunas lluvias de estrellas que tendrán buena visibilidad en Canarias, pues el brillo de la Luna no molestará al tener esta una fase muy pequeña o al no situarse sobre el horizonte en el momento en que la lluvia sea visible.
En cambio, las más famosas, como son las Perseidas o las Gemínidas, coincidirán con la Luna llena y sólo habrá posibilidad de ver los meteoros más brillantes.
Como en cualquier lluvia de meteoros, hay que esperar a que el radiante (punto imaginario en la bóveda celeste desde donde parecen proceder los meteoros) esté por encima del horizonte, algo que ocurre a horas diferentes en cada lluvia y cuanto más alto esté el radiante sobre el horizonte, más meteoros se podrán observar, explica el astrofísico.